¿Eres un turista más o te atreves con una revolución?
Las cosas cambian si yo cambio
La belleza en la naturaleza habitualmente se atribuye a cuestiones estéticas o excepcionales por su escasez. Nos sentimos atraídos por un animal de aspecto entrañable, una bella flor, un bosque con una relajante paleta de colores, por la montaña más alta, la cascada más grande, la cueva más profunda…
Merece la pena viajar a cualquier espacio natural valioso para descubrir, comprender y sentir cada uno de estos espectáculos. Pero ¿qué destino elegir si queremos vivir con intensidad, conocer, aprender, disfrutar de un amplio abanico de sensaciones, de historias? ¿Dónde ir?
Sin duda, a los lugares que presenten una gran riqueza, Y no sólo eso. Además disfrutamos de que esos espacios cuenten con un alto grado de conservación.
Siendo este el planteamiento general, el riesgo es evidente. El fantasma de la sobrecarga y la sobreexplotación turística se hace presente. La experiencia de visitar espacios saturados (saturación que es directamente proporcional al interés del lugar) es cada día más frecuente.
Sin embargo nos encontramos con varias paradojas de difícil solución:
- En primer lugar que esa saturación supone un deterioro ambiental que afectará de retorno a las propias visitas al espacio o punto de interés.
- En segundo lugar entramos en una espiral de insostenibilidad que acaba afectando a la propia calidad de vida de la población local (este fenómeno es muy acentuado en el caso del turismo urbano).
- Finalmente la alternativa suele ser la restricción total o parcial de acceso a zonas en claro peligro de deterioro. Esto parece que tampoco es una solución porque la sobrecarga se desplaza a otros lugares y el ciclo vuelve a empezar.
Aquí es dónde Wosphere te propone un cambio de forma de pensar y de actuar. ¿Es posible convertir la autorregulación en el elemento clave que haga posible el desarrollo turístico de un espacio natural con el desarrollo sostenible de esa zona? ¿Es posible difrutar de un territorio dejando huella cero de verdad? (sin señales, indicadores, grandes estructuras impostadas en la naturaleza).
Hechos aislados que llevan al cambio global
Imagina que utilizando tu smartphone puedas comprobar el estado de saturación de una ruta concreta. Además, con esa información, sabrás en que momentos puedes acceder en condiciones de calidad a un espacio. La clave está en la autorregulación.
Tú decides (sin menoscabo de otras restricciones propias del espacio o de la época del año) adaptar tu visita al momento más adecuado para tu propio bienestar y para la conservación y sostenibilidad de ese espacio. Son dos cosas totalmente complementarias.
La APP Wosphere es la que te proporciona esa información. Pero eso sólo es el principio. Cada ruta, recorrido o visita a un punto de interés está lleno de contenidos emocionantes, atractivos que harán de tu visita una experiencia increíble. Esos contenidos sólo se activarán si te inscribes en el espacio de acuerdo a ese criterio de no saturación. Esta mecánica la tienes desarrollada en el apartado de las experiencias y la APP Wosphere.
Este uso responsable de recursos naturales (en este caso como turista) es la clave para la revolución Wosphere. Se trata de dejar de ser «usuarios» para ser «participantes responsables». Sentir las cosas como tuyas a través de tu implicación en su cuidado. Amar la naturaleza requiere un compromiso, un vínculo que no se substancia en una experiencia como «consumidor».
A través de las herramientas educativas que proporcionan las experiencias Wosphere, tu presencia en un espacio natural se convierte en algo significativo. Vas a disfrutar más y mejor de tu visita pero vas a contribuir a salvar la Naturaleza.
Es una revolución que tiene que ver con la tecnología, con el conocimiento y con la calidad de vida. Cambiar el modelo está en nuestras manos. ¿Te atreves?